Una vieja máquina expendedora de cigarros transformada en expendedora de libros.
En la Biblioteca Nacional de la República Argentina funciona una curiosa máquina expendedora de mini libros.
La Máquina del Bicentenario se dedica a difundir autores como César Aira,Roberto Arlt, David Viñas, Jorge Luis Borges, Elsa Borneman, entre otros.
En las primeras páginas de todo libro de está colección podemos leer lo siguiente:
"El habitante de las grandes ciudades está acostumbrado a llevar monedas en el bolsillo. En eso no nos diferenciamos de los personajes más remotos de la antigüedad, convencidos portadores de los más diversos objetos para realizar intercambios. En las edades más lejanas, era siempre necesario llevar un talismán en el pliegue de las vestimentas. Nuestras módicas monedas -la de un peso, pongamos por ejemplo -, no por su modestia dejan de ser descendientes de un sistema arcaico de denarios, dracmas y bigatus.
La Biblioteca Nacional propone la continuidad de la experiencia de la Máquina del Bicentenario. Ponga una moneda en la ranura y verá aparecer un libro en la bandeja de la máquina. Una vieja máquina, en este caso ya en desuso, de expender cigarros. También ellos fueron misteriosa moneda de cambio, como lo recuerda casi todo el cine del siglo XX, buena parte de la literatura universal y célebres tangos que no desaparecieron de la memoria urbana. En la gran novela de Italo Svevo, La conciencia de Zeno, aparece esa mixtura de cigarros, apología literaria y placeres eruditos que parecen parte de otra civilización. En toda gran urbe, un ciudadano es aquel que rebusca en su último bolsillo una moneda esquiva. Si aparece, aquí tiene la máquina que se la devuelve en forma de libro, con un evocativo estuche de cigarros. De algún modo se enlaza el recorrido entre viejas monedas de bronce griegas o romanas, la vida en las ciudades envuelta en el sueño de una “máquina expendedora”, las ex-volutas desde su ambientada melancolía fumadora y estos libros de la literatura argentina y latinoamericana contemporánea."
Las fichas para la máquina se compran en la Biblioteca, tienen un valor de $5 (cinco pesos argentinos) y seguramente estará presente en la próxima Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.
"El habitante de las grandes ciudades está acostumbrado a llevar monedas en el bolsillo. En eso no nos diferenciamos de los personajes más remotos de la antigüedad, convencidos portadores de los más diversos objetos para realizar intercambios. En las edades más lejanas, era siempre necesario llevar un talismán en el pliegue de las vestimentas. Nuestras módicas monedas -la de un peso, pongamos por ejemplo -, no por su modestia dejan de ser descendientes de un sistema arcaico de denarios, dracmas y bigatus.
La Biblioteca Nacional propone la continuidad de la experiencia de la Máquina del Bicentenario. Ponga una moneda en la ranura y verá aparecer un libro en la bandeja de la máquina. Una vieja máquina, en este caso ya en desuso, de expender cigarros. También ellos fueron misteriosa moneda de cambio, como lo recuerda casi todo el cine del siglo XX, buena parte de la literatura universal y célebres tangos que no desaparecieron de la memoria urbana. En la gran novela de Italo Svevo, La conciencia de Zeno, aparece esa mixtura de cigarros, apología literaria y placeres eruditos que parecen parte de otra civilización. En toda gran urbe, un ciudadano es aquel que rebusca en su último bolsillo una moneda esquiva. Si aparece, aquí tiene la máquina que se la devuelve en forma de libro, con un evocativo estuche de cigarros. De algún modo se enlaza el recorrido entre viejas monedas de bronce griegas o romanas, la vida en las ciudades envuelta en el sueño de una “máquina expendedora”, las ex-volutas desde su ambientada melancolía fumadora y estos libros de la literatura argentina y latinoamericana contemporánea."
Las fichas para la máquina se compran en la Biblioteca, tienen un valor de $5 (cinco pesos argentinos) y seguramente estará presente en la próxima Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.
Así que amigos lectores pos me voy a la biblioteca.
YO SOY 1ERA ESCOLTA!!!! QUE CASUALIDAD!!!! XD
ResponderEliminarTenés a la mejor abannderada
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